CICLÓN GALANTE

El cadáver no tiene ataúd

ni esperanza de vida.

¡Que no escape el muerto!                                                      

El espíritu danzó en los aires

se estrelló febril

contra los soles y la lluvia.

El alba teje con paja y saliva

una alcoba entre la rama.

La luna ilumina el lecho

hilado de intemperie.

El pájaro un ciclón galante

de su canto supo la arboleda.                                                             

Murió el gorrión

la montaña llora.

Un pájaro atrapado

-sueña el cazador maldito-.

Vendrá la novia

que tiene sueños de arquitecta.

Que al muerto no lo desintegre una oración.

¡Que no escape el muerto!

Llegó la pájara enamorada.

Publicado en Arte Ambiental, Poemas.