Andrea era una niña que estaba acostumbrada a vivir cómodamente sin interesarle la vida de las otras personas o qué cosa desperdiciara, pues ella siempre había sido el centro de atracción de toda su familia.
El día de su cumpleaños su padre fue a buscarle el regalo más costoso para darle gusto y quedar bien con ella, el regalo estaba envuelto en el papel más fino y elegante que podamos imaginarnos.
Ese día, los amigos de Andrea le hicieron una fiesta donde una de sus ocurrencias era gastar mucho papel. Todos se enrollaban y se reían, además, debían cocinarlo, entre más papel usaran más grande era el premio del ganador.
¡Qué ideas tan locas la de esos muchachos!
Aterrados, los empleados del servicio, al día siguiente cuando hacían la limpieza, recogían montañas de papel que parecían un mazacote y estos fueron a parar a un botador de basura cerca de la ciudad.
Cerca de allí, vivían los recicladores quienes a diferencia de Andrea que no le importaba nada, sabían seleccionar y apreciar, todo lo que a los ricos les parece inútil.
La familia de Antonia, hacía parte de un grupo de recicladores, ella también cumplía años por esos días (Recicladores.antonia), su padre, por falta de dinero, no podía comprarle nada, entonces tuvo que rebuscar en la basura, después de escarbar por varias horas, encontró algunos juguetes, pero él no se explicaba cómo se deshacían de estos, estando en buen estado.
Él pensó mucho en su hija, pero no quería llevarle los juguetes así de sucios y sin envoltura, entonces pensó que entre la basura debía haber papeles de regalo, efectivamente, había varios papeles, finos, brillantes, con unos corazones escarchados, era el mejor para llegar a casa y entregarle a su hija la sorpresa, precisamente, era el papel con que el padre de Andrea había envuelto el regalo de su amada hija.
Cuando su papá llegó a casa y le entregó el regalo, Antonia se sintió feliz pues no estaba acostumbrada a recibir regalos en buen estado y menos con ese papel tan hermoso. Su padre no hizo lo mismo que Andrea, botar todo sin importar nada, él en cambio dobló nuevamente el papel y lo guardó para reutilizarlo.
El papá de Antonia, reunía a todos los niños de la familia de recicladores y antes de salir a reciclar les decía: “Comprendo la importancia de reciclar y todos debemos hacerlo, pues esto nos permite que los materiales reutilizables no sean un desecho, porque si son bien utilizados podemos sacarles provecho”.
Antonia, empezó a ver a su padre como a un héroe, pues ser reciclador, no era del todo malo, todo lo contrario, es ayudar a disminuir la contaminación en el ambiente.