Nunca me sentí asesina
porque no desenfundé un arma
para matar a otros
pero he sido cómplice secreto
de crímenes terribles
de errantes vagabundos
que sin suelo ni recuerdos
como la garza blanca
solo al manglar extrañan.
Quisiera hacerla estatua
y eternizarla en este mundo
pero vagar está en sus genes
y rascando mi cabeza olvido mi embeleco